Sigo contando
la historia
de un hombre feliz.
Aunque el universo
me haya tentado
con el aroma de mis sueños,
para luego dejarme
sin sabor ni olfato.
Entonces,
regurgito,
y creo recuperar
el sabor.
Aunque tan sólo sean
variedades ácidas
de la amargura.
Restos
del sabor dulce de mis cantos
estafados por el universo.
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