lunes, 18 de agosto de 2008

Suplente

Una banda de luto
para encarnar un tono
que la congoja espectral
no libera.
Una máscara
creada para ocupar
un falso rol ya vencido,
que ni siquiera ves.
El llanto por figuras que reemplazan
al gran desconocido,
siempre presente.
Por ti, y por mí.
Por esta ficción trágica y gótica,
de cementerios, cruces, rimel y duelos.
De disfraces,
que arrastro hasta el desfile de antifaces,
donde me pierdo buscando el encuentro de almas.
Donde muero, y mueres.
Donde carecen de funerales que nos eximan.
De donde tendremos que partir,
luego de nubes y estrellas.
Entonces,
por obra de un trueno dorado,
resucitaremos
para brindarnos honor mutuo
y transformarnos para siempre.

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