domingo, 21 de septiembre de 2008

Siempre

Me deseaste
un destino dorado,
luego de aquel abrazo
que moría por darte.
Tal vez nos encontremos
otra vez
con otras máscaras,
con otros roles,
pero con este afecto,
que construimos,
nuestro
que nos une
más allá de los roles
y que hoy supiste develar.
Me quedo con tu corazón
y vos con el mío
porque hoy descubrí
que no importa cómo
no importa cuándo,
siempre
estamos juntos.

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