Suave,
rincón presente,
de caricias
tan anheladas.
Bálsamo,
para estos ojos
cansados de buscar,
y prestarse;
para estas manos,
anhelantes
de horizontes
ajenos.
Travesura nuestra,
de frío
y siesta.
Y un beso tácito,
flotando,
en mi cabeza.
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