Equinoccio

Resucitar, renacer, como subiendo en una espiral que desgaja la piel seca. 
Lo que yace inerte, se enciende y regresa. 
Un fuego que consume, y vuelve a la vida.
Una semilla que despierta.
Un nuevo comienzo.

Siempre vivo

La espiral oscura

me arrastra,

me ahoga,

hacia una jaula de espejos,

o espejismos,

que me ciegan.

Sin puertas.

La sombra es muerte,

grita el coro del entendimiento,

la muerte es muerte,

dicen los hados certeros,

y la turba de lo perdido y el vacío

me atrapa, me pisa,

me arrastra a su centro

donde dos pinzas de carne

se entrelazan a mi cuello

y me apago.

Y pago.

La sangre perdida es sangre debida.

El hálito robado es música

arrancada al suelo fértil.

Una semilla,

que crece.

Espiral verde

que sube,

se eleva y canta al sol.

Hierba buena siempre vive.

Emergente

Libertad es prisión,
cuando mata algo
interior.
Es la hora,
cuando el salto desciende,
y las piezas quieren desarmarse.
¿Dónde está
la fuerza de antaño?
El león que se ha ahogado,
en un fango ajeno.
El bosque negro se abre.
El sol rojo en un cielo de arena,
el mundo subterráneo espera.
Te encuentro y me miras,
entre perdido, asustado y curioso.
¿Soy distinto a ese pequeño,
entre árboles negros,
que extienden sus ramas
hacia la bóveda de arena?
Rompemos juntos,
un damero viejo.
Dejá las piezas,
construiremos algo nuevo.
Hay tanto allá afuera.
¿Te acordás de Orión?
Arco y flecha.
Apuntar más allá
de la torre desplomada,
del fantasma de Nimrod,
hacia las estrellas.

Tierra

Las piedras hablan
a estas manos
que conocen su lenguaje.
En las montañas
las voces llaman
para dar un mensaje
que sostiene.
La misión interior despierta.
La fuerza intraterrena
nos cambia,
nos trae de regreso.

Puertas

Espacios
con tantos lugares,
que conocí.
En un viaje,
más allá de la materia,
tal vez recordando.
Hoy, el viaje se emprende,
y los espacios cambian.
Moverse,
mudarse.
Tantos recuerdos.
Y sentimientos.
Guardo,
esos lugares,
donde conocí
otros mundos;
naves espaciales
y cuevas cristalinas,
selvas profundas
y castillos mágicos,
planetas olvidados
y bosques misteriosos.
Universos paralelos.
Todos confluyen,
en esta casa,
conectados por este nodo
de ladrillo y concreto,
activado por un niño,
que hoy teclea estas palabras.
Puertas en espejos,
en cuadros y muebles,
en arcadas y rincones,
en huecos entre plantas
o árboles viejos.
Puertas que dejo,
para que otros encuentren,
y comiencen sus viajes.
Puertas que volveré a encontrar
y con las que volveré a viajar,
hacia nuevos destinos.

Los Existentes, en Axxón 218

Publicaron mi cuento largo "Los Existentes", en el número 218 de la revista digital Axxón Ciencia Ficción.
Es un honor poder participar. Gracias totales a Eduardo Carletti, Silvia Angiona y a Laura Paggi, que hizo los dibujos.
A disfrutarlo!

Los Existentes

"Durante la noche, los Existentes miran al cielo. Porque saben que cuando cae una estrella fugaz es uno de ellos, alguien nuevo que está por llegar a su mundo..."

Olor a lluvia de hotel

Un aroma,
a tardes grises
tras una ventana,
en el calor pacifico
de un cuarto de hotel.
Solo
con sueño dulce,
reparador,
y una pelicula
en la tele aerea.
O abrazados,
en un refugio,
para otro dia
conocer nuevos paisajes.
Contas recuerdos,
guardas monedas nuevas.
Tal vez una piedra,
o una estatuilla.
Hasta que llega el aroma
de las gotas pequeñas,
y su musica,
como tambores de duendes
que te ayuda a tener
el mas bello sueño
en un tibio
cuarto de hotel.